Martes 05 de Mayo de 2020. A. 4ª Semana de Pascua

Estanislao Kazimierczyk (1489)

Hechos 11,19-26: Se pusieron a hablar también a los griegos, anunciándoles el Señor Jesús. Salmo responsorial: 86: Alabad al Señor, todas las naciones. Juan 10,22-30: Yo y el Padre somos uno.

Hech 11,19-26 nos habla: los cristianos perseguidos se dispersan y van anunciando la buena nueva de Jesucristo. Fundan la Iglesia de Antioquía en Siria, desde donde se expanden a los centros influyentes como Fenicia, Chipre. Es una Iglesia itinerante, en camino. Esto es lo que nos exige hoy ser una Iglesia en camino, en búsqueda de ir a comunicar el Evangelio de la vida.

Jn 10,22-30: Ante la sorpresa de los judíos, Jesús se proclama como el Mesías, el enviado de Dios, igual a Dios: “El Padre y yo somos uno” (v. 30). Este testimonio de Jesús era una blasfemia para los judíos y por eso lo quieren apedrear.

Jesús nos pide coherencia, fe profunda manifestada en obras buenas, buscar nuestra dignidad como personas, salir al encuentro de los demás, crear puentes de amistad, solidaridad y de búsqueda de una paz que tenga la base de la justicia. Escuchar la voz de Jesús es ir a las periferias humanas, como nos recuerda el Papa Francisco.

El Papa Benedicto XVI nos recordaba: “Jesús que dijo de sí mismo que había venido para que nosotros tengamos la vida y la tengamos en plenitud, en abundancia, nos explicó también qué significa «vida»: «Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo». La vida en su verdadero sentido no la tiene uno solamente para sí, ni tampoco sólo por sí mismo: es una relación. Y la vida entera es relación con quien es la fuente de la vida. Si estamos en relación con Aquel que no muere, que es la Vida misma y el Amor mismo, entonces estamos en la vida. Entonces «vivimos».

¿Quién tendrá la vida verdadera? El que escucha mi voz  y la pone en práctica, nos dice Jesús. En un mundo hostil de individualismo egoísta donde más se miran a sí mismo que pensar en el otro. Jesús nos da vida y esperanza de ser mejores personas.

¿Escucharemos la voz Jesús en los que padecen hambre, en los enfermos de coronavirus, en cooperar en cuidar nuestra salud y la demás?

Fray Héctor Herrera op.

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