Viernes 28 de mayo de 2021. Tiempo Ordinario, Año Impar, Semana No. 8
Eclesiástico 44, 1.9-13: Nuestros padres fueron hombres ilustres y su gloria jamás se extinguirá
Salmo 149: El Señor ama a su pueblo
Mc 11, 11-25: Mi casa será casa de oración
El texto del evangelio de hoy se abre con un enigmático relato de la maldición de la higuera. En cierta forma viene hacer una prefiguración de la purificación del templo. Jesús reacciona con molestia ante un templo que se ha convertido: “cueva de asaltantes”. Nos podría sorprender esa reacción violenta de Jesús: volcando mesas, tirando sillas, impidiendo que la gente entre en el templo. La fuerza de este gesto profético de Jesús nos advierte del peor peligro que tiene la religión: convertirlo en un negocio. Hacer del culto, del templo, de la relación con Dios una mercancía que se pueda vender y hacer ganancia. Esta acción profética de Jesús sigue teniendo una gran actualidad para nuestros días. Desafortunadamente son muchos los que se siguen aprovechando a costa de la religión y sobre todo de la fe de la gente sencilla. Frente a una religión donde se busca manipular a Dios con el dinero, Jesús invita a sus discípulos a tener una auténtica relación con Dios su Padre basada en la confianza absoluta.
F/Editorial Claretiana