Juliana de Norwich, modelo de fraternidad para los tiempos actuales
El Papa subraya que «el profundo significado de esta mística inglesa para la tradición cristiana nos habla desde todos los siglos y es cada vez más reconocido y celebrado». En particular, señala:
Su influencia materna, su humilde anonimato y sus profundas intuiciones teológicas nos recuerdan que la fe en la providencia amorosa de Dios y la santidad de vida, expresadas en el servicio generoso a nuestros hermanos y hermanas necesitados, son verdades atemporales que sostienen no sólo la vida del discipulado cristiano, sino también el tejido mismo de una sociedad justa y fraterna.
La figura de Juliana es particularmente relevante, señala el Pontífice, por su generosidad al acoger a quienes buscaban consejo y aliento espiritual.
Esta disponibilidad a sacrificar la autocomplacencia por el bien de los demás es particularmente necesaria para responder a los problemas endémicos de aislamiento y soledad que sienten muchos en las naciones materialmente más ricas del mundo.
El mensaje de la misericordia y la compasión de Dios revelado a la madre Juliana es vital para los tiempos actuales, explica Francisco, subrayando que, en las Revelaciones del Divino Amor, nos llega la preciosa enseñanza de que, a pesar de la presencia del mal en medio de nosotros, «todo irá bien».
En este sentido, rezo para que todos aquellos que afrontan los acuciantes desafíos de la guerra, la injusticia, el desastre ecológico o la pobreza espiritual se sientan reconfortados y fortalecidos por estas perdurables palabras de sabiduría.