Sábado 09 de diciembre 2023. Primera semana de Adviento
Primera lectura del libro de Isaías 30, 19-21. 23-26
Sal 146, 1-2. 3-4. 5-6 R/. Dichosos los que esperan en el Señor
Mateo 9, 35-10, 1. 5a. 6-8: Y los envió a proclamar el reino de Dios
Ante situaciones de opresión y de debilidad del pueblo de Dios, el mismo Yahvé a través del profeta Isaías quiere consolarle, darle ánimos y asegurarle que nunca le dejará y que “apenas te oiga te responderá”. “Aunque el Señor os dé el pan medido y el agua tasada, ya no se esconderá tu Maestro, tus ojos verán a tu Maestro”. Con lenguaje poético le anuncia todos sus favores, le dará lluvia para que el campo produzca “grano rico y sustancioso”. Los animales que tienen a su servicio disfrutarán de pastos sabrosos, gracias a ríos caudalosos. Todo esto sucederá “cuando el Señor vende la herida de su pueblo y cure la llaga de su golpe”.
Al principio del adviento no es fácil asociar esta lectura y su mensaje con la venida a nuestra tierra de Jesús, que viene a traernos la auténtica salvación a través de ofrecernos su persona y su buen noticia para que caminemos por esta vida con sentido y esperanza, antes de llegar a nuestra resurrección y disfrutar de la vida de total felicidad y para siempre. Es la salvación ofrecida por Jesús.
“Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos”
Jesús, el Hijo de Dios, viene a nuestra tierra, hasta nosotros, con la misión de anunciarnos su buena noticia, que se resume en la proclamación del reino de Dios, del ofrecimiento del mismo Dios de reinar en nuestro corazón, siendo así su Dueño y Señor. Y recorría “ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, anunciando el evangelio del Reino”. Y no se quedaba en este anuncio con sus palabras, lo rubricaba “curando todas las enfermedades y todas las dolencias”.
Quiso unir a su misma misión a otras personas, pues “la mies es abundante y los trabajadores pocos”.. Y llamó a sus doce discípulos para que también ellos anunciasen su evangelio “y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia”.
Esa misma misión nos la encomienda a sus seguidores de todos los tiempos. “Id por todo el mundo y predicad el evangelio”, colaborando también con nosotros, cuando lo crea oportuno curando enfermedades y dolencias de nuestros oyentes.
F/ Dominicos.org