Martes 05 de marzo 2024. Tercera semana de Cuaresma
Primera lectura de la profecía de Daniel 3, 25. 34-43
Salmo 24, 4-5a. 6 y 7cd. 8-9 R/. Recuerda, Señor, tu ternura
Mateo 18, 21-35: ¿Cuántas veces tengo que perdonarlo?
La pregunta de Pedro sobre la extensión del perdón y la subsiguiente parábola del deudor inmisericorde, nos enfrenta con una situación existencial: somos ciertamente deudores ante Dios y quizá tengamos algún deudor entre los hombres.
Pedro había oído hablar de la necesidad de perdonar. En un alarde de generosidad quiere ir mucho más allá de la Ley del Talión -ojo por ojo- y más allá también de la casuística de los rabinos que establecía un número de perdones, distintos para la mujer, los hijos, el hermano o el prójimo en general. ¿Setenta veces siete?
Jesús enseña que el perdón no es cosa de números no es matemática pura sino norma de generosidad y significa “siempre”. No se puede encerrar en números lo que debe ser impulso de un corazón lleno de amor. Jesús que manda amar como Él nos ha amado, impone la misma norma para el perdón: así hará mi Padre celestial si no perdonáis de corazón.
Perdonar de corazón significa: amar como Dios ama cuando perdona.

