Los pobres tienen un lugar privilegiado en el corazón de Dios
“Dios conoce los sufrimientos de sus hijos porque es un Padre atento y solícito hacia todos. Como Padre, cuida de los que más lo necesitan: los pobres, los marginados, los que sufren, los olvidados”.
“Pero nadie está excluido de su corazón, ya que, ante Él, todos somos pobres y necesitados”, enfatiza Francisco en el texto, publicado este jueves 13 de junio, y resalta que “todos somos mendigos, porque sin Dios no seríamos nada”.
El Pontífice asegura que “la violencia provocada por las guerras muestra con evidencia cuánta arrogancia mueve a quienes se consideran poderosos ante los hombres, mientras son miserables a los ojos de Dios”. También lamenta: “¡Cuántos nuevos pobres producen esta mala política hecha con las armas, cuántas víctimas inocentes!”. Y deja claro que “no podemos retroceder”.
En camino hacia el Año Santo, el Papa exhorta a cada uno a «hacerse peregrino de esperanza, ofreciendo signos concretos para un futuro mejor» y solicita no descuidar «los pequeños detalles del amor», como «saber detenerse, acercarse, dar un poco de atención, una sonrisa, una caricia, una palabra de consuelo».
«En este tiempo, continúa el Pontífice, en el que el canto de esperanza parece ceder el puesto al estruendo de las armas, al grito de tantos inocentes heridos y al silencio de las innumerables víctimas de las guerras, dirijámonos a Dios pidiéndole la paz». «Somos pobres de paz, agrega el Obispo de Roma» y nos anima a «alzar las manos para acogerla como un don precioso» y, al mismo tiempo, insta a comprometernos por restablecerla en el día a día.