Entre la calle y la escuela, crecen los casos de trabajo infantil en el Cercado
El trabajo infantil en el Cercado de Arequipa continúa siendo una problemática visible y persistente. Autoridades locales han alertado sobre la presencia diaria de entre 20 y 30 niños y adolescentes en situación de trabajo informal en el centro histórico y zonas aledañas, ya sea vendiendo productos, acompañando a sus padres en estas labores o realizando actividades por cuenta propia.
De acuerdo con Alexandra Prado, subgerente de Promoción Social y Participación Vecinal de la Municipalidad Provincial de Arequipa, el programa “Educadores de Calle” tiene empadronados a más de 100 menores que realizan trabajos en distintas zonas del Cercado. La funcionaria explicó que muchos de ellos provienen de familias migrantes o en situación de vulnerabilidad económica. En algunos casos, se trata de menores que no residen de forma permanente en la ciudad, lo que incrementa la dificultad para intervenir y hacer seguimiento a sus casos.

Según Prado, la municipalidad puede actuar en situaciones en las que los menores están solos o en horario escolar, dado que ello representa una posible vulneración de su derecho a la educación.
La problemática no se reduce a casos aislados. En el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, la situación en Arequipa vuelve a tomar relevancia. La Mesa Regional para la Erradicación del Trabajo Infantil reportó que, a comienzos de 2025, más de 300 niños y adolescentes estaban involucrados en actividades laborales informales en la región. Esta cifra coloca a Arequipa entre las regiones con mayores índices de trabajo infantil, con una tasa de incidencia superior al 21 % en menores de 14 años.
Entre las zonas con mayor concentración de casos, además del Cercado, figuran la plataforma comercial Andrés Avelino Cáceres, el mercado de Río Seco y los sectores periféricos del Cono Norte.
Operativos y medidas de intervención frente a un fenómeno estructural
En respuesta, la Municipalidad Provincial, en coordinación con entidades como DEMUNA, SUNAFIL, la Policía Nacional del Perú, Migraciones y la Fiscalía de Familia, ha realizado una serie de operativos de fiscalización desde el mes de febrero. En uno de ellos, llevado a cabo el 21 de marzo, se identificaron siete menores en situación de riesgo. En lo que va del año, se han registrado al menos 25 casos de trabajo infantil solo en el centro de la ciudad. En una intervención anterior, las autoridades detectaron a 8 adolescentes trabajando sin los permisos correspondientes, así como a varios niños vendiendo productos sin supervisión adulta.
Estos operativos se realizan conforme a lo dispuesto en el Código de los Niños y Adolescentes (Ley N.º 27337), que prohíbe el trabajo infantil en condiciones que pongan en riesgo la salud, la integridad física o interfieran con el acceso a la educación. Además, se han implementado acciones preventivas como campañas de sensibilización y ferias informativas en espacios públicos, en las que participan instituciones estatales y organizaciones sociales.

Pese a estos esfuerzos, persisten desafíos estructurales. Uno de los principales es la alta movilidad de las familias involucradas, especialmente aquellas en situación migratoria irregular, lo que limita la posibilidad de un seguimiento sostenido por parte de las instituciones. Otro obstáculo es la normalización del trabajo infantil en sectores vinculados a la economía informal.
Ante este panorama, especialistas recomiendan fortalecer los programas de intervención social, ampliar el acceso a servicios básicos para familias en condición de pobreza y fomentar la denuncia ciudadana. Asimismo, se plantea la necesidad de establecer mecanismos de atención diferenciada para niños migrantes o temporales, quienes actualmente no cuentan con una protección efectiva.
Más allá de los operativos y sanciones, el trabajo infantil sigue exponiendo a cientos de menores arequipeños a riesgos físicos, deserción escolar y condiciones de vida precarias. La articulación interinstitucional, el compromiso de las autoridades y la participación activa de la ciudadanía son fundamentales para afrontar de manera sostenida esta realidad.
Redacción Julio Mamani

