Sábado 28 de enero 2023. Tercera Semana del Tiempo Ordinario – Año Impar
Santo Tomás de Aquino
Lectura de la carta a los Hebreos 11,1-2.8-19:
Lc 1,69-70.71-72.73-75 R/. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su pueblo
Marcos 4,35-41: ¿Quién es este? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!
De nuevo la fe. Circunstancias difíciles en la travesía por el lago. A punto de naufragio. Jesús tranquilo, en medio del pavor de sus discípulos. La reacción más lógica es la de los discípulos.
La navegación había sido solicitada por Jesús. Él les había embarcado literalmente en la travesía del lago. Y no se inmuta ante el peligro en el que le introducido.
Cuando le preguntan si no le importa lo que está sucediendo, actúa. Y el viento se calma.
Y llega el reproche, ¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?
No, no la tenían tan fuerte que no se amedrentaran ante el peligro de naufragio.
Jesús ya había hecho ante ellos signos de su poder. También había manifestado el cariño hacia ellos. Los quería. ¿Por qué no confiaban en él?
Jesús les dice que por cobardía. O, lo que es lo mismo, por falta de fe, de confianza en él.
Salvados, seguían espantados, dice el texto. Se formulaban la pregunta ¿quién es este a quien obedecen el viento y las aguas?
La fe es confianza, es la unión del cariño, el afecto de quien sabe más. Fe en el poder de quien merece esa confianza. Que exige saber de quién te fías. También de su poder.
¿Así es nuestra fe en Dios?
F/ Dominicos.org