Fiscal de la Nación bajo fuego: ¿Justicia o represalia política?
La Fiscal de la Nación, Delia Espinoza, ha dejado claro que no teme ser destituida por el Congreso, a pesar de las cinco denuncias constitucionales en su contra que buscan su inhabilitación por 10 años. Su mensaje es contundente: «Estoy cumpliendo mi función», refiriéndose a la investigación de altos funcionarios del Estado, incluidas las carpetas fiscales que involucran a la presidenta Dina Boluarte.
Espinoza ha sido enfática en que las denuncias presentadas en su contra no tienen fundamento jurídico sólido, y que su destitución solo sería una señal de represalia por ejercer su labor sin favoritismos. «No persigo colores, partidos ni apellidos, persigo delitos», afirmó en una entrevista .
El Legislativo, en coordinación con el Ejecutivo, ha activado un proceso que pone en jaque la autonomía del Ministerio Público. Espinoza advierte que si deja de investigar, sería ella quien incurriría en delito e infracción constitucional. Su posición parece desafiar una maquinaria política que busca entorpecer investigaciones de alto nivel.
Redacción Pamela Amesquita