Sábado 21 de Setiembre de 2019. 24ª Semana T.0. Día Internacional de la Paz.

Mateo, apóstol y evangelista (s. I)

Ef 4,1-7.11-13: Ha constituido apóstoles, evangelistas. Salmo 18: A toda la tierra alcanza su pregón. Mt 9,9-13: ¡Sígueme! Él se levantó y le siguió

Mt 9,9-13 Jesús, ve con una mirada profunda, a Leví, recaudador de impuestos, lo invita: Sígueme, se levantó y lo siguió (v.9) Cambió su nombre por Mateo, que significa “don de Dios”.

Jesús toca nuestro corazón. Basta levantarse como Mateo. Dejar la mesa del dinero para encontrar el tesoro que es Dios. Mateo, se sintió amado y cambió su vida. ¡Cuántas veces, tal vez, una persona no se siente amada, sino rechazada! Jesús nos invita a acercarnos, interesarnos por el otro, salir de  nuestra indiferencia y seguirlo con amor, justicia, verdad, tolerancia, para convivir en paz.

Jesús come con publicanos y pecadores. El signo del banquete es la alegría del reino de Dios, busca y sana a los pecadores, come con ellos. Los fariseos observantes de la Ley, como hoy, están más preocupados por el cumplimento de normas, antes que ser compasivos y misericordiosos se preguntan ¿Por qué su Maestro come con los recaudadores de impuestos y los pecadores? (v, 12). Jesús, nos da una gran lección: “No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. Entiendan bien que significa: misericordia quiero y no sacrificios; porque yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores” (v. 12-13)

Jesús quiere que quienes se han enriquecido ilícitamente hagan como Mateo la devolución del dinero a los pobres y a la nación.

Hoy celebramos el Día Internacional de la Paz. El lema propuesto por la ONU es: Acción climática por la paz.

La campaña de este año se centra en la importancia de combatir el cambio climático con el fin de proteger y promover la paz en todo el mundo.

El cambio climático ocasiona amenazas claras para la paz y la seguridad internacionales. Los desastres naturales desplazan tres veces más personas que los conflictos, obligando a millones de personas a abandonar sus hogares y buscar la seguridad en otros lugares. La salinización del agua y los cultivos está poniendo en peligro la seguridad alimentaria, y el impacto sobre la salud pública está aumentando. Las crecientes tensiones sobre los recursos y los movimientos masivos de personas están afectando a todos los países de todos los continentes.

Mateo comprendió, su misión por la Paz, es cuidar la creación y a las personas, como lo hizo Jesús. La paz es urgente, tomar medidas concretas para combatir el cambio climático. En las islas del Pacífico en Nueva Zelanda en mayo, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, dijo que “la naturaleza no se negocia” para alcanzar la neutralidad de carbono para 2050: cobrar impuestos a la contaminación, no a las personas; dejar de subvencionar los combustibles fósiles; dejar de construir nuevas centrales de carbón para 2020; concentrarnos en una economía verde, no en una economía gris.

Fr. Héctor Herrera op.

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