Lunes 03 de Agosto de 2020. A. 18ª. Semana T.0.
Pedro Julián Eymard, fundador (1868)
Jr 28,1-17: El Señor te ha enviado. Salmo 118: Instrúyeme, Señor, en tus leyes. Mt 14,13-21: Denles ustedes de comer.
Mt 14,13-21: Jesús sintió compasión por aquellas multitudes hambrientas, enfermas como ovejas sin pastor. La reacción de los discípulos despide a la gente. Les dice: “Denles Uds. de comer” (v.16).La comida, signo de compartir con el otro, lo que tenemos.
La pandemia de coronavirus nos descubre millones de personas pasan ya hambre de pan, por la falta de trabajo. “La gran tarea que tenemos por delante es impedir que la crisis sanitaria se transforme en una crisis alimentaria. Producto de la crisis provocada por la pandemia del COVID-19, la población en condiciones de pobreza extrema en América Latina y el Caribe podría llegar a 83,4 millones de personas en 2020, lo que implicaría un alza significativa en los niveles de hambre, debido a la dificultad que enfrentarán dichas personas para acceder a los alimentos, señala la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
¿Qué nos urge hoy Jesús a sus discípulos? Tomar medidas desde los Estados y la sociedad civil. Apoyo financiero (crédito y subsidios productivos) para los agricultores. Ajustar los protocolos de sanidad y salud en la producción y el transporte de alimentos y en los mercados mayoristas y minoristas. Expandir y garantizar el funcionamiento de los programas de apoyo a la producción de autoconsumo. Asegurar el financiamiento, la asistencia técnica y el acceso a insumos y mano de obra a los agricultores y pescadores artesanales. Establecer mecanismos ágiles de consulta y coordinación público-privada entre todos los actores del sistema alimentario. Protección a la producción de alimentos en el país.
La Iglesia está presente en esta misión de compartir el pan con los más necesitados en parroquias, el apoyo de Caritas del Perú, en movimientos como EQUIPO DE ANIMACIÓN MISIONERA, que nacen de la compasión, del acompañamiento como Jesús hacía con los más desvalidos.
Jesús mismo es Pan de vida, nos enseña a compartir como hermanos, ser solidarios y generosos con todos, en especial sentir compasión y ternura con los que sufren. Que Él alimente y fortalezca nuestra fe para hacer frente a los retos de hoy.
Fr. Héctor Herrera op.