Viernes 31 de diciembre 2021. 7mo Día de la Octava de Navidad

Silvestre I (335)

1Jn 2,18-21: Están ungidos por el Santo

Salmo 95: Alégrese el cielo, goce la tierra

Jn 1,1-18: La Palabra se hizo carne

Estamos en el séptimo día de la octava de Navidad, que coincide con el último día del año 2021 y por eso, cuando el apóstol san Juan nos habla de la “última hora” aunque tenga  un matiz diferente, a nosotros nos está recordando que el año se acaba y que algún día será nuestro encuentro definitivo con el Señor.

El “tiempo final” llegó después de la Resurrección de Jesucristo y él mismo nos anunció la persecución: “En el mundo tendréis luchas, pero tened valor, yo he vencido al mundo” (Jn 16, 33).

El apóstol nos pone alerta porque unos que “salieron de entre los nuestros” quieren ahora negar la obra de amor de Cristo, y por eso nos habla de los “anticristos”; si bien no es para desanimarnos sino para alentarnos a permanecer firmes en la verdad porque “estáis ungidos por el Santo, y todos vosotros lo sabéis”.

La Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros

Seguimos escuchando al evangelista San Juan y lo paradójico de este día es que ahora nos habla del “principio”. Nuestra vida no es una sucesión de actos que se repiten cada día sino que está orientada a un principio y a un fin.

Siete días después de Navidad, volvemos a proclamar en la Misa el prólogo del evangelio de San Juan. Estamos celebrando la misma fiesta: “que la Palabra se hizo carne” y continuamos prolongando la alegría, la profundidad, la riqueza de este misterio, que no todos lo acogen porque la Palabra es luz y “la tiniebla no la recibe”. Pero “a cuantos la recibieron les dio poder para ser hijos de Dios” y esta es la Buena Noticia que no tenemos que cansarnos de predicar: “Id y haced discípulos por todo el mundo” (Mt 28, 19).

Hoy es un día para contemplar las  bendiciones que hemos recibido durante este año y pedir perdón por las oportunidades de gracia que hemos dejado pasar. Que este himno nos ayude a contemplar al  que tanto nos ama y nos vaya convirtiendo en defensores de la verdad.

F/ Dominicos.org

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