Nuestra Señora del Pilar

Año litúrgico 2024 – 2025 – (Ciclo C)

Primera lectura del primer libro de las Crónicas 15, 3-4. 15-16; 16, 1-2

Salmo 26, 1. 3. 4. 5 R/. El Señor me ha coronado, sobre la columna me ha exaltado

Segunda lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 1, 12-14

Lucas 11, 27-28: «Bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen»

Escuchar, disposición para percibir, conocer; se hace con los sentidos. “Los sentidos de nuestro cuerpo nos abren a la presencia de Dios en el instante del mundo” (J. Tolentino).

Necesitamos escuchar porque el objetivo no es convertirse en una determinada clase de persona a base de un método determinado que se lleva a cabo porque así se nos dice, está mandado. Necesitamos escuchar para “ser persona”, no un “tipo de persona”, sino el ser humano que Cristo crea en nosotros.

Necesitamos escuchar la palabra de Dios (La Palabra se hizo carne y habito entre nosotros. Jn 1,14. El verbo se convierte en Jesucristo, asumiendo la naturaleza humana y viviendo entre las personas) y cumplirla. ¿Qué significa aquí eso de cumplirla?

Dos versiones: 1.-Cumplir, para quedar bien, tranquilizar la conciencia… “¡he hecho lo que me han mandado!” que es como una forma de decir no me pidas responsabilidades.  2.- Cumplir, en el sentido de sentirse motivado para servir, buscar el bien, hacer posible lo que mis sentidos descubren (han escuchado) y nos comprometemos, porque esa realidad despierta lo que cada uno es y permite “ser persona”, el ser humano que Cristo crea en nosotros.

Bienaventurados, dichosos, cuando estamos en camino, porque estamos en camino, y podemos hacer realidad, participar, de la dicha. La felicidad se hace patente, se experimenta, es alegría. Hacer de la fe, la esperanza y la caridad, nuestra realidad: ¡Bienaventurados!

En cada uno, ¿cómo es ese “contexto del amor”? ¿Qué nos mueve a servir al prójimo? y/o ¿Qué nos impide servir al prójimo?

¿Reconozco y acepto que necesito de los demás?

Saberse perteneciente: ¿cómo me dispongo, me enfrento, a esa realidad, esa necesidad, de saberse perteneciente?

Distinguir entre imponer y servir. Cuando no escuchamos, imponemos; cuando escuchamos podemos conocer mejor y podemos servir.  ¿Cuál es mi tendencia?

El amor es tal cuando nos hace capaces de servir, buscar el bien del otro, conocer y consecuentemente conocernos. ¡Bienaventurados!

F/ Dominicos.org

 

 

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