Evangelio del día 15 de septiembre de 2020. Semana 24 T.O.

Ntra. Sra. de los Dolores

Heb 5, 7-9 Es Autor de salvación

Salmo 30: Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu.

Jn 19, 25-27: Mujer ahí tienes a tu hijo

Mujer, ahí tienes a tu hijo. Después dice al discípulo: Ahí tienes a tu Madre.

Es el grito del crucificado que no nos abandona, sino que nos da a su madre: Mujer ahí tienes a tu hijo. Es el grito de libertad que nace del amor de aquel que entrega su vida para que tengamos vida en abundancia. Fiel a su misión, quiere de sus seguidores la defensa y del amor a la vida. Y nos entrega como a sus hijos. María es el símbolo de la mujer de fe, que anima a todos los creyentes a vencer las situaciones de muerte para comprender el sentido de la resurrección. La muerte ha sido vencida y es vencida, cuando amamos la vida y nos entregamos a proteger y defender la vida, a seguir en el trabajo de la reconciliación, para que nunca más se repita la muerte ciega y violencia que ha atravesado a gran parte países.

María al pie de la cruz te convertiste en madre de la Iglesia naciente y que hoy sigues fecundando esa maternidad espiritual y te convertiste en la seguidora, discípula de tu hijo para seguir animando a nuestras comunidades cristianas.

Juan el discípulo amado, representa a todos los creyentes que siguen con fidelidad y amor el proyecto de vida de Jesús.

El camino del sufrimiento que lleva al hijo de Dios a obedecer encontrando razón de ser y existir desde la misma voluntad de Dios. Ahí frente a esa cruz estaba su Madre, no solo soportando sino amando sobremanera en una admirable actitud, un amor que se unía a la redención humana y asume toda la condición humana en la entrega generosa de quien había dicho: “yo entrego mi vida… nadie me la quita”. María ha vivido esta experiencia de amor redentor y se une al sacrificio de Jesús. Ella está pendiente al pie de la cruz contemplando el dolor de su Hijo. La Madre Dolorosa ha de inspirar la entrega de tantas madres que dan la vida por sus hijos diariamente. ¿Cómo podemos ser solidarios con tanto dolor de madres laceradas?

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