Viernes 13 de mayo 2022 de la 4ª semana de Pascua.

Beata Imelda Lambertini

Hechos de los apóstoles 13, 26-33

Sal 2, 6-7. 8-9. 10-11 y 12a R/. Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy

Juan 14, 1-6: Yo soy el camino y la verdad y la vida

Nuevamente el Evangelista Juan nos muestra lo lejos que estaban los discípulos de comprender a su Maestro. En el momento cumbre de su vida, durante los discursos de despedida tras la cena, Jesús está en el nivel más elevado del misterio de Dios y los pobres apóstoles siguen sin enterarse de nada. No podía ser de otro modo pues debían estar muy confundidos, acaban de escuchar el anuncio de la traición de Judas, han escuchado que Pedro negará a Jesús tres veces, y el Maestro les ha anunciado su partida al Padre. Es normal, a nosotros nos pasaría lo mismo, que les invada el miedo, la tristeza y la desesperanza.

Así estamos nosotros muchas veces, amenazados por tantos temores, nos falta la esperanza y pensamos que todo lo creemos y en lo que se fundamenta nuestra fe, está a punto de desaparecer.

Sin embargo, las palabras del Maestro son también para nosotros, “No se turbe vuestro corazón…, me voy a prepararos un lugar”. Pero a nosotros nos pasa como a los discípulos, que no entendemos lo que quiere decir el Señor, porque estamos agobiados y confundidos por las cosas de este mundo, porque nuestro corazón no está centrado en el Señor, sino que está estresado y ocupado por tantas cosas.

Por eso, es necesario que Jesús nos diga “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”. Él es el único medio para ir al Padre, el único camino, porque Él es la verdad y la vida.

Tú que te encuentras hoy confundido, desesperanzado, escucha esta palabra de salvación: “No te turbes, Yo soy el Camino, y la Verdad y la Vida”. Si quieren que recorras camino de perdición, caminos contrarios al espíritu del Evangelio, acuérdate que Jesús es el Camino. Si quieren hacerte creer nuevas ideologías más acordes con la modernidad del siglo XXI, acuérdate que Él es la Verdad. Si quieren que vivas una vida lejos de Él, una vida superficial, vacía, exitosa y vana, acuérdate que Él es la Vida.

F/ Dominicos.org

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