Violencia extrema suspende partido entre Independiente y la U de Chile

Lo que debía ser un espectáculo deportivo terminó en una escena de guerra, hinchas de Independiente y de Universidad de Chile convirtieron el estadio Libertadores de América en un campo de batalla con piedras, palos e incluso inodoros como armas improvisadas. El saldo: al menos 10 heridos graves, 90 detenidos y un partido de Copa Sudamericana suspendido en pleno segundo tiempo.

La violencia se desató al cierre de la primera etapa, cuando fanáticos chilenos desde la tribuna Bochini Alta comenzaron a lanzar butacas y concreto contra los locales, la reacción fue inmediata y brutal: enfrentamientos cuerpo a cuerpo, hinchas cayendo desde lo alto para salvarse y una policía que tardó demasiado en intervenir. La Conmebol, sin más, decidió cancelar el partido por falta de garantías.

El caos trascendió lo deportivo, tres heridos permanecen en estado crítico, mientras cientos de aficionados chilenos fueron detenidos por la Policía argentina, las imágenes muestran que no fue un simple incidente, sino una falla estructural de seguridad que pone en entredicho la capacidad de los organizadores y de la propia Conmebol.

El presidente chileno, Gabriel Boric, condenó la violencia y acusó de irresponsabilidad a la Confederación Sudamericana, asi mismo ordenó asistencia inmediata a los heridos y reclamó respeto a los derechos de los detenidos. Ahora, el caso pasó a manos de los órganos judiciales de la Conmebol, que deberá decidir qué hacer con el torneo.

Redacción Pamela Amesquita

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