El papa Francisco pide rezar por las personas con discapacidad en este mes de diciembre
“Hacen falta programas, iniciativas que favorezcan la inclusión”, dice Francisco en la edición del mes de diciembre de El Video del Papa en el cual llama a rezar por las personas con discapacidad. A través de la Red Mundial de Oración del Papa, el Santo Padre pide “para que las personas con discapacidad estén en el centro de la atención de la sociedad, y que las instituciones promuevan programas de inclusión que potencien su participación activa”.
El Papa Francisco insiste en el concepto de «capacidades diferentes» para subrayar la gran contribución que puede aportar a la sociedad, la plena inclusión y valorización de los más frágiles.
El Papa pide a las instituciones civiles que apoyen los proyectos de las personas discapacitadas “con el acceso a la educación, al empleo y a los espacios donde se expresa la creatividad” y con “iniciativas que favorezcan la inclusión”. A la Iglesia, no limitarse a “eliminar las barreras físicas, sino también asumir que hemos de dejar de hablar de ‘ellos’ y pasar a hablar de ‘nosotros’”. A todos, pues, reitera que “hacen falta corazones grandes que quieran acompañar”.
«La invitación del Papa a acoger a las personas con discapacidad en la vida de la Iglesia y de la sociedad es una gran ayuda para reconocer el misterio que es cada persona. Jesús se encontró con personas marcadas por la fragilidad física, psíquica y espiritual, y en ellas vio belleza y promesa. Así, percibieron en Él el misterio divino, sintieron la presencia de Aquel que salva, de Aquel que es Padre.
“El foco de la intención de oración del Papa de este mes es promover la participación activa de las personas con discapacidad, construyendo programas e iniciativas para que nadie quede excluido, para que sean apoyados, acogidos, integrados y reconocidos por la sociedad. Es lo que hacía Jesús, acogía a todos y con él nadie se sentía excluido. Lo sabemos, pero tenemos dificultad a vivirlo, por eso necesitamos rezar, pues pide un cambio de mentalidad, de mirada, empezando por la nuestra. Es así, nos dice el Papa, que podremos ‘abrirnos a las aportaciones y a los talentos de esas personas con capacidades diferentes, tanto en la sociedad como dentro de la vida eclesial’”.