Movimientos populares. El apoyo de los excluidos a la economía de Francisco

El sábado 24 de octubre por la tarde, se celebró el encuentro de los movimientos populares y el Dicasterio para el Servicio Humano Integral. La encíclica Fratelli tutti y la carta que el Papa ha dirigido a los movimientos el pasado 12 de abril han estado presentes en la cita que se ha realizado en formato de videoconferencia.

El término movimientos populares reúne grupos y organizaciones de sorprendente riqueza y variedad. Puede hacer referencia al sector informal o a la llamada economía informal, que puede ser definida como las actividades productivas o los oficios de subsistencia que desarrollan los sectores más empobrecidos de la clase trabajadora, como alternativa a la insuficiente oferta de empleo asalariado.

Precariedad del sector informal

El sector informal se caracteriza por ofrecer un trabajo precario, sin protección legal y carente de derechos. De ninguna manera constituye una opción laboral, sino que es la única estrategia disponible para sobrevivir ante la dificultad infranqueable de sumarse al sector formal. En suma, es resultado de una exclusión. Estos sectores excluidos están en las periferias.

Este es el proceso que propuso el Papa Francisco a la Iglesia desde el inicio de su ministerio (EG 20). Invitar a las organizaciones de los trabajadores pobres y excluidos al Vaticano –no a las que trabajan para ellos o con ellos– con independencia de su confesionalidad, ésta es la verdadera novedad del EMMP, estableciendo un movimiento desde las periferias hacia el centro. Los trabajadores informales en el mundo representan hoy, la mayoría de la población mundial.

El Encuentro de 2020

El cardenal Michael Czerny, subsecretario de la Sección Migrantes del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, tuvo las palabras de apertura y subrayó que es “indispensable avanzar “en la consecución de una verdadera cultura del encuentro e insistió en que el momento actual en que vivimos la pandemia constituye una oportunidad para “aprender en un nuevo contexto”.

Mariana Oliviera, coordinadora de proyectos de la Arquidiócesis de Bello Horizonte, al referirse a la realidad actual de los movimientos populares puntualizó en la identidad de estas organizaciones y los límites de su accionar: “somos el pueblo organizado que lucha diariamente por expresar nuestras voces (…) Somos la periferia y luchamos por permanecer vivos”. Haciendo alusión a la crisis ambiental que vive el mundo subrayó: “la crisis medioambiental no puede ser superada en el contexto de este sistema económico”.

El padre Charly Olivero, presentó la iniciativa de la Universidad Latinoamericana de las Periferias (ULPE). Expresó que existe una dificultad grande para encontrarse entre los movimientos populares, sus organizaciones y el mundo académico. Identificó dos razones: primero, “a la academia le cuesta reconocer la sabiduría que está en el pueblo”, esto da como resultado que el saber de los pobres carece de reconocimiento social. En segundo lugar, al no contar con el reconocimiento social, el saber popular queda excluido del sistema global del conocimiento. Por esta razón, el camino de la ULPE busca “encontrar experiencias similares en otros países de la región y del mundo a fin de caminar juntos, jerarquizar el saber de las periferias, iluminar sus necesidades e incidir en su desarrollo”.

Juan Grabois, referente de la Unión de trabajadores de la Economía Popular de Argentina, al hablar sobre la encíclica Fratelli tutti del Papa Francisco expresó que “es una caricia para los excluidos. Esta es una actitud que yo valoro profundamente, y que todos nosotros tratamos de imitar en nuestra vida porque creemos que es la actitud de Jesús, que sumo enfrentar a los poderosos con respeto, pero con firmeza, y también supo extender su mano a los humildes y a los pecadores también, a los que se equivocaron en la vida, pero quieren buscar el bien, quieren buscar a Dios o quieren buscar la dignidad”.

El cardenal Peter Turkson, prefecto del dicasterio que organizó el encuentro, resaltó en su participación las enormes desigualdades que ya existían antes de la pandemia y que ésta ha expuesto con crueldad y que laceran la dignidad humana.

Durante el Encuentro se presentó la Carta a Francisco es el documento que los movimientos populares presentarán al evento de Economía de Francisco, previsto para el próximo mes de noviembre, como propuesta de diálogo alternativa al sistema económico actual. En la misiva, se insiste en la necesidad de situar “a la mujer, al hombre y la naturaleza en el centro” de las decisiones políticas frente a la idolatría y el poder del dinero que gobierna. Charo Castelló, referente del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos reconoce “la amplitud del pensamiento de Francisco”, y propone “una visión que consideran en sintonía con la radicalidad de sus enseñanzas”.

Fuente: Vaticannews.va

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